El demonio de Tasmania es el marsupial carroñero más grande de la Tierra. Su tamaño es como el de un perro pequeño, con un cuerpo robusto y musculoso con su piel cubierta de pelo negro. Se caracteriza por su mal olor y por su grito muy fuerte e inquietante, así como por su ferocidad cuando se alimenta.
Aunque se desconoce la fecha en la que este animalito desapareció en la localidad australiana, según las evidencias, se redujo a tres poblaciones supervivientes hace alrededor de tres mil años y su extinción en el continente fue en torno a esa época. Sin embargo, cuando creímos que estábamos perdidos por los acontecimientos en el planeta, surge la primicia del nacimiento de siete cachorros de demonios de Tasmania en Australia.
A causa de la caza, la depredación por parte de los dingos y el acoso humano, el demonio de Tasmania desapareció de Australia durante mucho tiempo. Pero Aussie Ark, una organización sin fines de lucro encargada de la conservación de especies en peligro de extinción, destacó que los siete cachorros gozan de buena salud y abren un nuevo horizonte para la especie, con la esperanza de que puedan mantener una nueva población reproductora.
A raíz de esta noticia, los pasos a seguir serán encargar a los cuidadores de las zonas protegidas que hagan monitoreos cercanos a la nueva camada y conforme crezcan adecuadamente, podrán ser liberados para que habiten su ecosistema. Aussie Ark soltó a 26 adultos de esta especie a la naturaleza a fines del 2020, que ahora han producido los nuevos cachorros.
Esto nos da una luz verde en cuanto a que las especies en peligro tienen salvación e incluso podrían reproducirse si nosotros, como seres pensantes, ponemos un poco de nuestra parte. Cuidar el medio ambiente no es suficiente, también es necesario evitar la caza y el hostigamiento a los animales para nuestro entretenimiento. ¡Somos compañeros de un mismo hábitat, no los dueños!