Cuando de cine se trata todos pueden tener una opinión diferente, algo totalmente válido, pues en gustos se rompen géneros. Sin embargo, de vez en cuando sucede que la mayoría de las personas opinan que una peli es pésima. Si eso sucede es porque de verdad alguien la arruinó monumentalmente.
Una gran cantidad de espectadores han odiado la siguiente lista de películas, ya sea porque tienen giros de trama ridículos o porque tiraron la lógica por la borda. Entendemos que, de cualquier forma, puede ser que haya personas a las que les gusten, pero es una gran minoría.
1. Soy leyenda (2007)
Lo que más molestó de este final es que optaron por un sentimentalismo barato. Si hubieran seguido la línea de la historia original que proponía el libro, el filme se encontraría en una lista muy diferente. Desde que empiezan a hablar de más sobrevivientes y de que hay más refugios esperándolos. Además, la decisión de Robert Neville de sacrificarse cada vez se vuelve más cliché.
2. Star Wars: El ascenso de Skywalker (2019)
Esta saga apuntaba a algo totalmente diferente tanto que prácticamente el desenlace venía en bandeja de plata, por eso no deja de sorprender lo mal que resultó.
Llegando al tan esperado clímax, que es la batalla final entre Rey Skywalker y el Emperador Palpatine, parece que un niño está jugando con muñequitos y decide inventarse cuanta tanta regla sin sentido se le ocurre.
3. Inteligencia artificial (2001)
La trágica combinación de dos estilos, el de Stanley Kubrick y Steven Spielberg, porque si no lo sabías fue iniciada por Kubrick antes de morir, por lo que Spielberg fue el encargado de finalizar el proyecto. Si algo es seguro es que sus métodos son sumamente diferentes y en esta peli lo podemos comprobar.
Sabiendo esto, son muy notorias las decisiones que cada director tomó, porque el filme tiene un inicio lleno de complejidad y análisis moral, pero termina en un sinfín de ideas melosas y “conmovedoras”.
4. Saw III (2006)
Si eres de los que han seguido esta saga desde sus inicios sabrás que tuvo un arranque increíble, pero cada vez que intentaron seguir la historia, la lógica saltaba por la ventana. Esta tercera entrega busca ser arriesgada e impactante, pero lo único que causa es pena ajena, pues el villano, Jigsaw, trata de dar lecciones de vida desde una posición cada vez menos atinada.
5. Señales (2002)
Del director M. Night Shyamalan, conocido por ser el rey de los plot twist, en esta entrega casi logra otro éxito, en términos de una atmósfera tétrica y una historia de impacto, pero sus ganas de darle una respuesta directa al espectador lo llevaron a decidir que los alienígenas de la película fueran alérgicos al agua. Un final abierto hubiera funcionado mucho mejor.
6. La aldea (2004)
Otra de M. Night Shyamalan, porque hubo una década en la que no dejó de sorprender con pelis malísimas. En esta de nuevo logra una historia atractiva y aterradora en momentos, pero fue a tropezar con la misma piedra, pues cuando quiso explicar la existencia de la aldea donde los protagonistas vivían, concluimos que Shyamalan le tenía miedo al éxito.
7. Recuérdame (2010)
Una cinta romántica que tenía todos los elementos para ser una más del montón, pero su final la catapultó para destacar como una de las peores dentro del género. Conocemos a Tyler Hawkins y Ally Craig, que luchan por estar juntos, pero cuando parece que lo van a lograr, de la nada nos enteramos que están viviendo, específicamente, en el momento del trágico accidente de las torres gemelas. Además, casualmente, Tyler se encuentra en el edificio afectado, dándonos uno de los finales más sin sentido en la historia del cine.
8. El planeta de los simios (2001)
En la peli original, al final nos enteramos de que el planeta de los simios es en realidad la tierra en el futuro y ese sí que fue un gran final. Pero con el remake, Tim Burton tenía que llegar a fingir que podía hacerlo mejor. “Impactó” mostrando una estatua del Monumento a Lincoln un poco diferente, pues, en esa realidad, el presidente fue un simio. Ante esto, nacen un sinfín de preguntas que no tienen respuesta porque la lógica no fue parte de este desenlace.
9. Hancock (2008)
Seguimos la historia de John Hancock, un hombre con poderes sobrehumanos que trata de usarlos para el bien, pero de manera inadvertida. John causa más destrozos y pérdidas, por eso la gente prefiere que no se involucre.
Hasta aquí todo bien, pues vemos cómo Ray Embrey trata de ayudarlo para mejorar su actitud, el problema llega cuando le inventan un trasfondo superelaboradísimo que nadie necesitaba y que, antes de aportar algo, hace que la historia se sienta apresurada y torpe.
10. El número 23 (2007)
Jim Carrey le da vida a Walter Sparrow, que descubre un libro que relata un asesinato, donde la víctima está obsesionada con el número 23, lo que lleva a Sparrow a “recordar” elementos de la historia, casi como si los hubiera vivido.
Y en pocas palabras, sí, él era el asesino, pero es tan dolorosamente obvio que la peli se siente increíblemente ridícula, casi como si se estuvieran burlando de la inteligencia de los espectadores.