El mundo del arte mexicano está consternado luego de que el empresario millonario Martin Mobarak decidiera quemar un dibujo de Frida Kahlo para trasladarlo al arte digital en diez mil piezas y venderlas en forma de NFT, un acrónimo de tokens no fungibles.
El dibujo, parte del diario personal de la artista, contiene las palabras “Fantasmas siniestros”, título por el que se le concedió el nombre a la obra, según El País, valorada en diez millones de dólares. El objetivo del empresario era convertirlo en diez mil NFT, que representa una forma de registrar permanentemente la propiedad de un objeto coleccionable o una obra digital.
Mobarak, quien posee la obra desde 2015, asegura haberla destruido para que pueda vivir digitalmente y donar el 30 por ciento de su valor a organizaciones con causas sociales o museos. Mientras tanto, las autoridades mexicanas investigan la autenticidad del dibujo, cuyo original realmente poseía el empresario.
La supuesta destrucción de la obra tuvo lugar en Miami, Florida, Estados Unidos, el pasado 30 de julio. Sin embargo, recientemente se empezó a conocer a través de los medios de comunicación mexicanos.
De acuerdo con información de El País, el inversor y coleccionista admite que la quema del dibujo es algo “fuerte” y que puede ser “malinterpretada”, pero argumenta que es así como la reconocida artista mexicana puede lograr la “inmortalización”. En el sitio web Frida.NFT, la destrucción de la obra se describe de la siguiente manera:
La pintura fue trasladada definitivamente al Metaverso el 30 de julio de 2022.
Tanto en este sitio como en YouTube se muestra el momento en que la supuesta obra es destruida, la que, según Mobarak, fue autenticada días antes y llevada a una empresa certificada que la entregó en presencia de más de 200 invitados en un evento con desfile de modelos incluido.
En el video se ve a Mobarak desatornillando el marco que protegía el diseño, que previamente habría sido digitalizado por ambos lados. El dibujo a pequeña escala incluye, en el reverso, las palabras “Cromóforo” y “Auxocromo”, que Frida Kahlo utilizó para describirse a sí misma y a su pareja, el famoso pintor y muralista Diego Rivera.
Entre aplausos y ovaciones, al ritmo de Cielito lindo de fondo, el dibujo de la artista mexicana ardió en una copa de martini llena de piedras color turquesa.
Tras la polémica desatada por la destrucción de la obra de la pintora mexicana, a través de un comunicado, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) informó que ni el Palacio de Bellas Artes ni el Museo del Palacio recibirán donación alguna por parte de Martin Mobarak como se ha difundido públicamente.
Además, según el INBAL, toda la obra de Frida Kahlo está catalogada como monumento artístico nacional, por lo que la destrucción deliberada es un crimen. Por ello el organismo está recopilando “toda la información necesaria para establecer con certeza” que se incluyó el original de Kahlo y que fue destruido.
En México, la destrucción deliberada de un monumento artístico constituye un delito en términos de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
Por otra parte, el INBAL enfatizó que la creación de NFT de la obra de Frida Kahlo requiere un permiso, que, a la fecha, no ha sido expedido.
El INBAL no ha recibido solicitud y no ha emitido autorización de reproducción sobre la obra referida.
Fantasmas siniestros fue creada en 1944 en el diario personal de Frida Kahlo durante una época en la que estuvo en cama debido a sus múltiples problemas de salud. La pintora mexicana decidió arrancar la hoja y regalárselo a uno de sus amigos, quien lo conservó por un tiempo, y luego pasó a ser propiedad de diferentes personas, algunas de ellas llegaron a exhibirlo en diferentes países, en su mayoría europeos.