La reciente peli El teléfono negro ha dado mucho de qué hablar, pues logró combinar sucesos paranormales con una tragedia ocurrida en la vida real. Así es, la historia se inspiró en el caso de Steven Stayner, originado en los años 70, lo que le da a la cinta dirigida por Scott Derrickson un tono completamente diferente a lo que vimos en la pantalla.
El lamentable hecho sucedió el 4 de diciembre de 1972, cuando Steven, de siete años, salió de la escuela rumbo a su casa. En el camino, fue abordado por Ervin Murphy, quien, bajo la excusa de ser un representante religioso, le ofreció un folleto religioso, así como llevarlo a casa para ver si su mamá estaría dispuesta a realizar un donativo para la iglesia.
Tras acceder al ofrecimiento del extraño, el pequeño subió a un auto que enseguida se acercó para “llevarlo a casa”. Sin embargo, el conductor del vehículo era Kenneth Parnell, un depredador sexual que convenció a su compañero Murphy de que había sido elegido por Dios para guiar el camino del niño que acababan de secuestrar y que, desde ese día, sería criado de manera religiosa.
Una vez en casa de su captor, un infierno que duraría ocho años comenzó. De inmediato inició el abuso, y aunque en un principio, el pequeño pedía que lo llevaran a casa, Parnell lo convenció de que sus padres ya no lo querían y que esa era la razón por la que le habían cedido su custodia legal. Las palabras del hombre provocaron que Stayner aceptara su destino y nunca más pusiera resistencia o intentara escapar.
Durante los siguientes años, Steven fue criado por su secuestrador, quien le cambió el nombre a Dennis Gregory. Sorprendentemente, casi 30 días después del rapto, lo inscribió en la escuela, haciéndolo pasar por su hijo, tomando en cuenta que eran los años 70, en aquel entonces era sencillo falsificar cualquier documento de identidad.
Por su parte, la familia del menor puso mucho empeño en dar con el paradero de su hijo, pero el trabajo de la policía fue mediocre, pues a pesar de que Kenneth ya contaba con antecedentes policiales por abuso a menores, por razones desconocidas, nunca lo ingresaron a la base de datos como pedófilo. Además, en ningún momento fue considerado sospechoso en el caso de la desaparición de Steven.
Mientras tanto, Stayner tenía permitido llevar una vida “normal” para mantener las apariencias. Asistía a la escuela, trabajaba y salía con sus amigos, pero en privado su historia era completamente diferente, ya que era sometido a todo tipo de abusos. El miedo era el arma que lo mantenía atado a ese monstruo, pues a pesar de tener todo tipo de oportunidades para escapar, nunca se atrevió a hacerlo.
Con el paso de los años y conforme Steven iba creciendo, cada vez le interesaba menos a su captor, por lo que llegó el momento de buscar a una nueva víctima. Fue así como Timothy White llegó a la vida de Steven, a quien inmediatamente le tomó cariño, jurándose a sí mismo que no permitiría que el niño pasara por el mismo horror que él. Así que lo defendió para evitar que fuera abusado. Por fortuna, al poco tiempo, ambos lograron escapar de Parnell. Steven llegó a la policía, donde, por primera vez, contó su historia.
Al día siguiente, Kenneth Parnell fue detenido por el delito de secuestro. Sin embargo, no se le condenó por los años de abusos, debido a que, según las autoridades, ocurrieron fuera de su jurisdicción, por lo que, a pesar de todo el daño que causó, el hombre fue sentenciado a siete años de prisión, de los cuales solo cumplió cinco, pues fue liberado por buena conducta.
Finalmente, el momento de regresar a casa había llegado, pero Stayner se encontró con una vida llena de reglas, pues debido a que su captor siempre le permitió fumar y beber, las nuevas restricciones lo hicieron dudar de si volver a una vida que no recordaba había sido lo mejor.
Regresé casi como un hombre adulto. Sin embargo, para mis padres seguía siendo su hijo de siete años, pero después de que dejaron de intentar enseñarme los fundamentos de todo, la situación mejoró. Pero ¿por qué mi papá ya no me abraza? […] Todo ha cambiado. A veces, me culpo a mí mismo. A veces, no sé si hice bien en regresar a casa. ¿Hubiera estado mejor si no lo hubiera hecho?
Desafortunadamente, el 16 de septiembre de 1989, la vida de Steven tuvo un final inesperado tras ser atropellado en su motocicleta mientras entregaba una pizza. Falleció víctima de traumatismo craneoencefálico. Al funeral acudió Timothy White, quien fue uno de los encargados de cargar el féretro.