Una ola de incendios forestales se ha apoderado de Portugal desde hace una semana. Más de 25 mil hectáreas han sido devoradas por el fuego y cientos de personas han sido evacuadas. El primer ministro Antonio Costa Costa extendió el estado de emergencia el pasado 14 de julio y prohibió el acceso a los bosques.
Portugal se ha visto particularmente afectado por los incendios forestales que comenzaron el pasado 9 de julio. Más de tres mil bomberos lucharon junto a ciudadanos portugueses desesperados por salvar sus hogares de varios incendios forestales que asolaron el país, avivados por temperaturas extremas y condiciones de sequía.
Hasta el pasado 15 de julio, la Agencia de Protección Civil del país dio a conocer que diez incendios seguían activos y que los del norte eran los que más preocupaban. Según las autoridades de la Defensa Civil de Portugal, 13 incendios grandes y docenas de pequeños han destruido 38 600 hectáreas, en comparación con un promedio de diez años, de poco más de 20 mil hectáreas para la misma fecha.
La televisión estatal portuguesa RTP informó que el área quemada ya superó el total de 2021, año en el que se destruyó un área de 28.415 hectáreas. Hasta el momento, el piloto de un avión de extinción de incendios portugués es la primera víctima mortal luego de que su aeronave se estrellara mientras realizaba una operación en el noreste del país. Más de 160 personas resultaron heridas y 865 personas han sido evacuadas de las ciudades.
Mientras tanto, las autoridades portuguesas dijeron que el 13 de julio se registró el día más caluroso del año hasta el momento, de un máximo nacional de julio de 47 grados Celsius en la ciudad norteña de Pinhao.
Según Euronews, desde hace una semana, la segunda ola de calor del verano también está provocando incendios y devastación en Croacia, Francia y España. Justo en la frontera con Portugal, se quemaron cuatro mil hectáreas en la región de Extremadura y se evacuó un campamento escolar de verano.
La Unión Europea ha instado a los estados miembros a prepararse para los incendios forestales este verano, ya que el continente se enfrenta a temperaturas extremas que los científicos atribuyen al cambio climático.