Para quienes sueñan con casarse, una boda puede ser uno de los eventos más importantes de sus vidas, pues es el día en el que sus corazones se unen al de la persona que más quieren. Por ello muchas chicas cuidan hasta el más mínimo detalle, para que su día de ensueño sea perfecto.
La definición de una boda perfecta es diferente dependiendo de a quién se le pregunte, pues hay quien está feliz con una celebración sencilla, ya que lo más importante es estar con la persona que aman y hay quien desea celebrar en grande, en compañía de toda su familia y amigos. En ambos casos, la pareja siempre intenta hacer que todos sus invitados (muchos o pocos) se sientan cómodos en la fiesta y, por supuesto, buscan incluirlos de la mejor manera posible.
El mejor cortejo nupcial
Una novia estadounidense llama Lyndsey Raby decidió hacer que su día especial no solo fuera inolvidable para ella, sino para su familia y, específicamente, para sus abuelitas. Veras, Lyndsey supo de inmediato que quería involucrar a sus abuelas en su boda de una manera más directa de lo usual.
En vez de optar por las más pequeñas de la familia como parte del tradicional cortejo nupcial de la novia, Lyndsey le pidió a sus abuelas que tiraran pétalos de flores en el camino que recorrería para llegar al altar. Lyndsey es una de aquellas afortunadas que aún en la adultez conserva a sus abuelas, así que no tuvo problema para armar su cortejo.
Las “niñas” de las flores fueron su bisabuela de 90 años, Kathleen Brown; la abuela del novio, Joyce Raby, de 70 años; la abuela de Lyndsey, Wanda Grant, de 76 años, y la otra abuela de la novia, Betty Brown, de 72 años.
En cuanto me comprometí supe que quería que mis abuelas fueran parte de la celebración. Me siento muy afortunada por aún tenerlas a todas, así que quise que se involucraran.
A pesar de que Lyndsey se sintió superfeliz por tenerlas a todas con ella, las más emocionadas fueron las abuelitas, al grado de que la novia incluso dice que estaban más entusiasmadas que sus damas de honor.
En cuanto le propuso la idea a su prometido, Tanner Raby, él le expresó todo su apoyo, pues le pareció una idea excelente y sabía que sería un gesto muy significativo para ellas.